La actividad económica aumentó un 3,3% interanual en junio (mayo: +4,2% interanual). El mes de junio marcó la peor lectura desde febrero de 2021.
Dicho esto, la actividad estuvo impulsada por el comercio y la reparación de vehículos, la fabricación, los servicios inmobiliarios y financieros.
Los analistas de EIU agregaron:
«La recuperación económica de Guatemala se estabilizará más adelante en el período de pronóstico, pero en el corto plazo esperamos un crecimiento del PIB más rápido a medida que la economía se reabre y los guatemaltecos continúan recibiendo grandes flujos de remesas de los trabajadores, principalmente de los EE. UU., donde las condiciones laborales siguen siendo sólidas. […] Aunque hay varios riesgos con esta vista. Una es que la economía nacional podría ser incapaz de sostener estas tasas de crecimiento si la economía estadounidense entrara en recesión en los próximos dos años. Dado que Estados Unidos es el mercado más importante para las exportaciones guatemaltecas y la principal fuente de remesas, una desaceleración más fuerte de lo esperado dañaría significativamente la actividad económica de Guatemala. Otro riesgo es que el aumento de los precios perjudique el poder adquisitivo de los consumidores en los próximos meses.
Se prevé que el PIB crezca un 3,6 % en 2022. Para 2023, nuestros panelistas esperan que la economía crezca un 3,1 %.