La confianza empresarial llegó a 8,4 en julio, frente al 8,1 de junio. Como resultado, el índice se movió aún más por encima del umbral 0, separando el optimismo del pesimismo entre las empresas.
La mejora se debió a opiniones más positivas sobre los inventarios de productos terminados, que compensaron las opiniones más pesimistas sobre los libros de pedidos. Las actitudes hacia las expectativas de producción se mantuvieron sin cambios.
Los panelistas de Consensus Forecast prevén que la inversión fija crezca un 2,1% en 2022, 0,1 puntos porcentuales menos que la estimación del mes pasado, y un 2,5% en 2023.