En su reunión del 28 de junio, el Consejo Monetario del Banco Nacional Húngaro (MNB) decidió subir su tipo de interés base hasta el 7,75% desde el 5,90%, marcando la decimotercera subida consecutiva. El banco también elevó la tasa de depósito diaria, la tasa activa diaria y la tasa activa a una semana en 135 puntos básicos a 7,25%, 10,25% y 10,25%, respectivamente.
El banco endureció su postura debido al aumento de la inflación y una mayor intensificación de los riesgos de inflación al alza en medio de la guerra en curso en Ucrania. La inflación total se aceleró al 10,7% en mayo desde el 9,5% de abril y superó aún más el rango objetivo del banco del 3,0% más o menos un punto porcentual. Además, la inflación subyacente subió a 12,2% en el mismo mes desde 10,3% en abril. El banco espera que la inflación aumente aún más en los próximos meses, alcance su punto máximo en otoño y luego caiga gradualmente. Por lo tanto, se prevé que la inflación esté entre el 11,0 y el 12,6 % este año y entre el 6,8 y el 9,2 % en 2023. Mientras tanto, se espera un crecimiento del PIB del 4,5 al 5,5 % en 2022 y del 2,0 al 3,0 % el próximo año.
De cara al futuro, el banco prevé un aumento de los riesgos al alza para la inflación debido a los precios persistentemente altos de las materias primas y la energía, las interrupciones del suministro y el fuerte crecimiento de los salarios. Esta dinámica se ve exacerbada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Por ello, el banco reiteró que seguirá subiendo los tipos de interés para anclar las expectativas de inflación y mitigar los riesgos inflacionarios en la segunda ronda, explicando que «se justifica mantener condiciones monetarias más estrictas durante un período prolongado».
La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 26 de julio.
Los panelistas en FocusEconomics Consensus Forecast todavía están evaluando los últimos desarrollos y se publicarán nuevos pronósticos el 5 de julio.