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Los sistemas de consenso descentralizados permiten a los participantes coordinarse sin intermediarios alineando intereses individuales y colectivos.
LONDRES, REINO UNIDO, 5 de agosto de 2022 /EINPresswire.com/ — Nuestra sociedad opera con estructuras de mando verticales basadas en diferentes capas de liderazgo. Y las interacciones socioeconómicas están reguladas por un sistema legal con acuerdos contractuales. Si bien en los últimos años han surgido innovaciones organizacionales con una tendencia hacia formas organizacionales más planas, aún tenemos una economía altamente centralizada, traída por terceros de confianza.
La centralización es realmente un gran método para administrar organizaciones y redes; sin embargo, también viene con muchas desventajas. En un sistema centralizado, existe un único punto de falla que puede ser una gran desventaja para los servicios de misión crítica. También presenta limitaciones en cuanto a escalabilidad, y en caso de falta de seguridad en el sistema, no puede considerarse 100% seguro y confiable, especialmente porque todos los datos se almacenan en una base de datos centralizada. Y en la gestión centralizada, toda tu actividad es conocida por la alta dirección y puede censurar información o vender tus datos cuando quiera. Pero desde un único punto de falla hasta la falta de privacidad, estos son solo algunos de los muchos problemas que existen en un sistema centralizado en la actualidad.
Entonces, ¿cómo nos liberamos de este sistema y comenzamos a construir una gobernanza descentralizada? Blockchain y la economía de fichas trajeron la visión y la tecnología para crear un consenso descentralizado. Es la capacidad de una red distribuida para llegar a un acuerdo final sobre una base de datos compartida. Las redes basadas en métodos de consenso suficientemente descentralizados son intrínsecamente inviolables, resistentes a la censura y sin permiso. Los sistemas de consenso descentralizados permiten a los participantes coordinarse sin intermediarios alineando intereses individuales y colectivos.
Para construir una nueva economía descentralizada, necesitamos implementar organizaciones descentralizadas basadas en un consenso descentralizado con una propuesta de valor simple pero poderosa: falta de permiso y resistencia a la censura. Gracias a los Smart Contracts introducidos por Ethereum, nació una nueva generación de aplicaciones descentralizadas. Así, varias partes pueden desarrollar acuerdos y acciones que se ejecutan de forma independiente dentro de la red descentralizada. Los contratos inteligentes tienen el potencial de desmantelar y reemplazar a muchos terceros históricos de confianza. Traen una nueva forma de coordinar las actividades económicas entre personas que comparten intereses comunes, aunque se encuentren geográficamente distantes.
OKP4 es un protocolo de cadena de bloques público diseñado para la economía del conocimiento donde cualquier persona, cualquier grupo o cualquier empresa puede unirse o crear un ecosistema de colaboradores con reglas personalizadas, mecanismos de gobierno y modelos comerciales para crear aplicaciones de datos útiles. El protocolo OKP4 es un protocolo extractivo mínimo (MEP). Esto indica que permite a las partes interesadas recibir una compensación justa por su contribución, pero también retener tanto valor como sea posible sin extraer un valor excesivo. En el sistema actual dominado por terceros de confianza, estos retienen la mayor parte del valor generado.
Si tomamos un ejemplo, un eurodiputado como Aave conecta a los prestamistas (proveedores de tokens digitales) con los prestatarios. Luego, el protocolo, utilizando algoritmos, controla la tasa de interés de una manera dinámica que permite que cada parte retenga la mayor cantidad de valor posible sin extraer un valor excesivo. Los protocolos realizan estas funciones de la misma manera que las empresas basadas en plataformas como Amazon y Uber, con la diferencia de que la empresa es reemplazada por una red descentralizada de computadoras. Esta red de computadoras conecta la oferta con la demanda de acuerdo con ciertas reglas preestablecidas que todos pueden controlar y que nadie puede cambiar a menos que tenga un consenso descentralizado.
Esto es lo opuesto a la forma en que funciona el tercero de confianza, donde son un facilitador o intermediario que puede usar el rol para generar ganancias. Esto significa que pueden cambiar los precios y finalmente monopolizar el mercado, censurar ciertas acciones, favorecer a ciertos grupos, vender datos provenientes de estas actividades que van en contra de los intereses de los usuarios, etc. Por lo tanto, los protocolos mínimos de minería están diseñados para ofrecer los beneficios. por un tercero de confianza (como un banco, redes sociales o plataformas de comercio electrónico), pero sin los problemas micro (anticompetitivos) y macro (amenazas sociales) que crean.
En resumen, existe un interés real en cuestionar el statu quo de los terceros de confianza, que limitan la innovación a través de su posición monopólica. Nos volvemos cada vez más dependientes de sus servicios y les permitimos explotar y controlar los datos en todos los aspectos de nuestras vidas. Necesitamos reclamar la soberanía de nuestros datos y, en el proceso, preservar la soberanía de nuestros hijos, nietos y generaciones futuras. Sin una visión estratégica y sin considerar el poder que estos gigantes tienen sobre nuestra futura libertad, las decisiones a corto plazo no servirán de nada. La única opción es proponer una mejor alternativa: bienes comunes digitales que no sean mineros y estén descentralizados como OKP4 (+enlace)
Juntos podemos crear grandes comunidades en Internet, coordinadas en torno a reglas y herramientas para la toma colectiva de decisiones y la alineación de intereses individuales y colectivos.
julien massonnat
OKP4
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