En su reunión del 30 de junio, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) elevó su tasa de interés de referencia en 75 puntos base a 7,25%. La medida volvió a sorprender a los analistas del mercado, ya que la mayoría esperaba que el banco se mantuviera al margen en esta reunión. La suba de junio marcó la sexta desde noviembre de 2021 con un total de 375 puntos básicos.
La decisión fue impulsada por una mayor presión sobre los precios debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Aunque la inflación se desaceleró un poco en mayo, se mantuvo marcadamente alta debido a las prolongadas interrupciones del suministro y los altos precios del petróleo. De manera similar, al evaluar su decisión, el BCRD tuvo como objetivo evitar el sobrecalentamiento de la economía y prevenir la salida de capitales.
Además, la decisión de aumentar las tasas de interés se vio cimentada aún más por el sólido desempeño de la economía, respaldado por restricciones más flexibles de Covid-19. La recuperación en el sector del turismo está en marcha: los visitantes que llegan se acercan a los niveles previos a la pandemia hasta mayo. La actividad en otros sectores también fue positiva.
En su comunicado, el banco proporcionó poca orientación a futuro. En respuesta a su declaración anterior de mayo, volvió a señalar que la economía tenía fundamentos sólidos que le permitirían soportar nuevos impactos, lo que podría sugerir otra subida de tipos en su próxima reunión a finales de julio. Mientras tanto, nuestros panelistas esperan que la tasa de política clave termine el año dos veces más alta que en 2021 antes de moderarse en 2023.
Nuestros panelistas ven que la tasa de política clave terminará en 2022 en 7.6% y 2023 en 7.1%.